La adaptabilidad en el liderazgo es crucial para mantener la motivación en los equipos. Daniel Goleman, psicólogo experto en inteligencia emocional, destaca que los líderes más efectivos son aquellos que ajustan su estilo según las circunstancias. Dos estilos particularmente relevantes son el liderazgo autoritativo, que moviliza a los equipos hacia una visión clara sin imposiciones estrictas, y el liderazgo afiliativo, enfocado en crear cohesión emocional. Ambos estilos permiten no solo ofrecer dirección, sino también conectar a los empleados con los objetivos organizacionales, generando mayor compromiso.

Tras la pandemia, los empleados han cambiado sus prioridades, buscando más equilibrio entre el trabajo y su vida personal. Kristi Hedges, coach de liderazgo, resalta que los trabajadores valoran ahora la autonomía y la flexibilidad. Por ello, los líderes deben adaptar sus estrategias motivacionales, entendiendo que los empleados no solo quieren cumplir con sus metas, sino también encontrar un propósito en su labor. Este enfoque ayuda a fomentar una motivación más orgánica y sostenible. 

Además, Stephen King, profesor de la Kellogg School of Management, subraya la importancia de que los líderes comprendan la dinámica de su equipo, establezcan objetivos claros y ofrezcan retroalimentación continua. Los equipos, ya sean colaborativos o independientes, requieren claridad en roles y procesos para evitar malentendidos y asegurar que todos trabajen alineados con los objetivos. 

Para abordar la desmotivación, Leigh Thompson, experta en gestión y relaciones laborales, sugiere que los líderes revisen su propio comportamiento, ya que influye directamente en sus empleados. Thompson también recomienda fomentar la responsabilidad compartida mediante un «team charter», un documento colaborativo que define objetivos y normas del equipo, lo que refuerza la cohesión y el compromiso. 

En resumen, un liderazgo eficaz requiere flexibilidad, empatía y una clara conexión entre las metas de la organización y las necesidades personales de los empleados. Aquellos líderes que ajusten su estilo, promuevan claridad y mantengan a sus equipos comprometidos, lograrán una motivación más profunda y duradera, clave para el éxito colectivo.